· Trabalenguas: “Don Trombón y don Trajín tienen un trueque para truquear la orquesta de doña Troila”

· Letra de una canción: “Dile ya, a tus papás, que no vas a regresar, te vas con un loco que no te para de amar.”

· Título de una película: Titanes del pacifico

· Frase recurrente en casa: ¡Tesoro!

· Personaje literario que te gusta: Guts, Griffin y Casca

· Eslogan de un comercial: A que no puedes comer solo una 

· Título de un cuento: “El incidente del puente del búho”

· Color favorito: Negro.

Era noviembre, 21 de noviembre para ser exactos. Una feria cerca de los alrededores de Ixtapaluca comenzaba a establecerse. Aquí es donde comienza nuestra historia. 

Guts, Griffin y Casca eran un trío inseparable, chicos de 20 años, los 3, amigos desde primaria y vecinos que parecían vivir en la misma casa, la casa de Griffin. Sus padres estaban tan acostumbrados a no ver a sus hijos en casa que intuían estaban en casas aledañas a lo cual no estaban equivocados.

Un día mientras regresaban a su casa pasando un puente peatonal lograron ver una hoja de papel pegada a las columnas del mismo “Feria 21 a 24 de noviembre, frente al mercado municipal de Tlapacoya ¡te esperamos!” Así decidieron ese día visitar la feria y avisar solo a sus padres, la ubicación estaba cerca de casa así que estuvieron de acuerdo. 

La tarde comenzó a llegar pero faltaban horas para que la feria iniciará así que decidieron comenzar a ver titanes del pacifico, una película que les recordaba mucho a su infancia.

Llegada la hora Griffin solo grito “¡MAMAAAA! nos vamos, llegamos como a las 11”, su madre rápidamente respondió “Está bien tesoro cuídate”. Entre burlas hacia Griffin y risas los 3 llegaron a la feria, en la entrada los primeros establecimientos los esperaban con brochetas de carne, algunas frituras, alitas, etc. 

Un hombre corpulento detrás de su asador solo les gritó “Hijos, ¿quieren una brocheta? están en 40 “A que no pueden comer solo una” como dicen las canelitas guercos” 

Los 3 se vieron con una risa burlona, agradecieron y siguieron hacia el punto que les interesaba, los juegos extremos. Aquellos juegos que podían verse girando a grandes velocidades desde decenas de metros antes de llegar, aquellos en donde la gente salía con un tono verdoso parecido al de un limón, donde la música alta, los niños llorando y señores peleando parecían ser el pan de cada día.  

Los 3 chicos se integraron a la fila para subir a un juego mecánico mientras escuchaban conversaciones ajenas a su alrededor mientras fingían husmear en su teléfono. 

Un grupo al frente de ellos comenzó a hablar sobre una desaparición cerca del puente peatonal que está a las afueras del municipio, diciendo que era irregular y misterioso que un chico se perdiera a la luz del día y más raro aún cuando las escuelas cercanas estaban en el horario de salida.

+Hay mucha gente a esas horas para que alguien se pierda, wey.

-Pues esta raro, la neta, ya no había nadie que se perdiera desde hace meses, además búho siempre anda por acá.

+¿Búho?

-Si wey, el chavo alto y barbón que parece vive ahí, siempre nos lo encontrábamos de regreso y pues se ve grande y grosero pero no era mala persona, no creo que anduviera en malos pasos. 

+¿Y porque búho? 

-Por las patotas que tenía y que traía la jeta llena de pelos, era bien barbón, además te digo que se veía grosero, es que tenía la mirada pesada y no se metían con ese wey.

+Ahh con razón jajaja, ya no sabes como ponerle a la gente, cabron. 

-JAJAJA perdón, seguramente el que se lo llevó le canto la rola esta de Kevin Kaarl la que dice “Dile ya, a tus papás, que no vas a regresar, te vas con un loco que no te para de amar.” 

+Ya wey, ya te pasas, tantito respeto. No era mal pedo pero ya ni modo esperemos este bien. 

Griffin, Casca y Guts solo se miraron con una cara de asombro y risa por el mal chiste y apodaron el hecho como “El incidente del puente del búho” 

La noche siguió con normalidad, risa y diversión por todos lados. Un show en el escenario frente al mercado municipal comenzó. Un grupo regio, de los más aceptados, fue pagado por el gobernador para alegrar la feria aún más. Una voz alegre se escuchó al micrófono “Don Trombón y don Trajín tienen un trueque para truquear la orquesta de doña Troila” y comenzó el espectáculo. Casca comenzó a ver a los integrantes viendo la técnica de sus instrumentos, debido a que ella quería aprender a tocar alguno. Griffin estaba viendo sus sombreros, pensando en si la cabeza no les pesara por el tamaño. Pero Guts no podía prestar atención, su mirada estaba centrada en algo que se arrastraba por la oscura sombra al fondo de la feria, una silueta de color negro intenso que parecía patalear como zafándose de algo. Fue ahí cuando tocándole el hombro a sus 2 amigos decidieron ir a asomarse juntos, sin antes tomar un palo o piedra en el camino. La sombra avanzaba hacia los remolques del fondo de la feria mientras un leve quejido se movía por el aire. Un pataleo de lo que fuera que estuvieran arrastrando chocó contra la lámina de un auto y en ese momento decidieron avanzar un poco más. La sombra se detuvo y golpeó el bulto que llevaba consigo, este último dejó salir un gemido de dolor y parecía agitarse. En ese momento los 3 decidieron actuar y alumbrar con la linterna de sus teléfonos a la sombra.

Era un hombre de aparentes 40 años, con aspecto desaliñado y una estatura como de 1.70 metros. Arrastraba a un hombre con las manos atadas y amordazado que coincide con la descripción de ese tal “búho”. El hombre sacó de su bolsillo una navaja delgada y afilada parecida a un cuchillo para deshuesar pescado y soltó al sujeto que arrastraba. Comenzó a acercarse a los chicos, estos comenzaron a caminar hacia atrás pero el sujeto corrió y soltó una puñalada en dirección a las costillas de Guts, el cual solo pudo poner su brazo para recibir la navaja y no tener una herida mortal. Casca con velocidad pateó la mano del hombre viejo y Griffin al mismo tiempo con una fuerza abismal lo golpeó en la cara y lo derribó por un momento.

Guts solo quito mientras gemía de dolor el cuchillo que en su brazo se encontraba incrustado, su brazo derramaba sangre con intensidad y su piel se sentía tan caliente como la de un enfermo de fiebre, dejando caer la navaja al suelo comenzó a correr hacia el espectáculo donde el grupo se encontraba, Griffin seguía en un duelo contra aquel hombre mayor pero la experiencia a veces es mejor que la velocidad y era así como golpes comenzaron a conectar en las costillas y cara de Griffin, sangrando pero nunca dejando de pelear. Casca en un momento de miedo tomó el cuchillo y corrió a cortar la cuerda de las manos del búho el cual también se levantó a pelear contra su secuestrador. 

Mientras la pelea se daba unos 60 metros al fondo del espectáculo Guts llegó gritando por ayuda, su sangre empapaba la arena donde todos bailaban, gritaba por auxilio mientras sollozaba por el dolor de su herida, la música paró de golpe y todos escucharon que había un hombre peleando al fondo de la feria por lo que alrededor de 10 personas corrieron a ayudar. Al llegar encontraron a Griffin noqueado en el suelo con sangre saliendo de sus labios, al búho siendo asfixiado por el hombre y a Casca tratando de cortar la respiración con el brazo al hombre viejo para que no matase a una persona. 

El hombre al escuchar tantas pisadas con fuerza acercarse y notar la ausencia de un chico solo giro el torso soltando un codazo en la mandíbula a Casca y procedió a huir. Pero su cobarde intento se vio frustrado por un empujón que lo derribó y los subsecuentes golpes que se acercaban por todas las direcciones. 

Algunas personas llamaron a ambulancias y autoridades las cuales como de costumbre llegaron tarde pero lograron aún así estabilizar a los heridos, menos al ladrón el cual fue linchado por la multitud y sólo recogido por policías que arribaron ya casi una hora después de que la golpiza comenzará. Los padres de Guts, Griffin y Casca fueron notificados y entre llantos de alegría y angustia llegaron a ver con vida a sus muchachos. Aquella noche terminó con un rescate pero con la pérdida de un hombre y un agrio sabor de boca. Pero las heridas sanaron con el tiempo y todo volvió “a la normalidad” aunque los 3 chicos fueron reconocidos por su valentía, esfuerzo y sentido de la justicia. 

FIN